Descontando las deducciones de las que se benefician las familias por compra de vivienda a través del IRPF (un 15% con carácter general hasta un máximo de 9.015 euros anuales) los hogares destinaron el 37,7% de su renta bruta disponible a financiar la adquisición de su vivienda, cifra superior a la del cierre de 2007 (37%) y muy superior al 29,7% que fue necesario en el 2006. La cantidad que las familias destinaron a la compra de vivienda fue incrementándose a lo largo del año pasado, al tiempo que lo hacía el Euribor, el tipo al que se conceden la mayoría de las hipotecas en España.