Según la ley de arrendamientos urbanos de 1994, durante los primeros cinco años del contrato de alquiler la renta solo podrá ser actualizada anualmente a la variación del IPC. Los expertos apuntan a que el euribor a 12 meses, que en estos momentos se negocia en torno al 3,55%, podría llegar en un año a situarse al 4,5%, lo que haría aumentar todavía más las cuotas hipotecarias mientras que los alquileres seguirían sujetos a las oscilaciones de la tasa de inflación, situada actualmente en el 3,9%.
Sin embargo, esta pérdida de rentabilidad vía alquiler queda compensada, al menos hasta ahora, por la revalorización del precio de la casa.